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Hoy rodaba por las Hills, y de repente sonó Shania Twain y senti una tristeza inmensa por no poder compartir esto con ellos. Llegué a escribir un "los extraño", pero nunca pisé mandar.
Luego sonó UB40 y disfruté del paisaje hermosísimo, lleno de viñas.
Veía los pinos de un verdor fosforescente y las vacas en las granjas como si fueran gloriosas.
Luego sonó Janet Jackson y por alguna razón solo daba gracias.
Gracias por el paisaje, los vinos. Gracias por mi compañero de vida.
Le pedí a Rodrigo rodar con las ventanas abiertas porque nada como el aire puro y disfrutar de la naturaleza. Sacaba la mano por la ventana y el viento la soplaba con fuerza... yo solo sonreía de poder sentir esa tontería. Me sentí como un perro. Casi saco la lengua y la cabeza por la ventana.
Veía todo a través de mis lentes sepia, así que un poco más romántico.
El camino de grava y bittersweet sinphony en la radio. El atardecer cayendo, 6.30pm. El sol de la tarde que delicadamente brillaba en mi cara...
Y de repente la autopista.
De ese día solo me quedaban dos botellas de Ngeringa y los recuerdos.
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