... Truenos... Toda la semana ha llovido tipo normal, pero hoy… los rayos están cayendo todos en mi pueblo y los truenos por supuesto están de espanto y brinco. La brisa lo esta tumbando todo en la casa y mi hermano además me cuenta que anoche soñó que había habido un terremoto. Hoy no es el día, Dios!

Me produjo un poco de stress esta tormenta, por lo que de inmediato dejo la computadora y comienzo a hacer mi maleta; pienso irme al hotel a ayudar a Nancy (mamá de Ina) con las cosas y vestirme allá. Supe que ya llegaron.

Tuve que pedirle a mi hermano que me llevara, pues mi esposo simplemente no sabía cuándo volvería de San Antonio. Mi hermano es un verdadero corazón de oro. Él es el que me transporta todas las mañanas hasta mi trabajo y en las tardes me regresa a casa. Él no se ha ido a su casa definitivamente porque yo no tengo un vehículo. En fin, me dio pena pedírselo, pero era eso o gastarme 70 BsF en un taxi. Menos mal que, con todo y que se encontraba sumamente cómodo (en interiores) se levantó, se bañó y me llevó.

Después de la respectiva cola por las gotas que cayeron, llego al hotel. Allí esta Nancy, ya peinada, con las tías armando las mesas de dulce… Dios!! LAS mesas de dulce!!! Y todos hechos por ella. Vasitos con mousse de coco, mousse de chocolate, trufas de chocolate blanco, suspiros, polvorosas, mini dulces, y… eran tantos… Y lo más deseado: las dos fuentes de chocolate. Apagadas, limpiecitas… Me las imaginaba cuando prendieran, sobre todo la de chocolate blanco. Una semana de dieta, comiendo pura piña y pollo, solo para poder comer estos dulces. Lo demás no me importaba.

Y Andreína? Ya me la imaginaba vestida y lista, pero no. Estaba aún en el salón de belleza. Los estilistas siempre retrasan todo. Alli estaba, con el pelero lleno de ganchos y los peluqueros, que eran 2, peina y peina.

Sonrió, saludó y me dijo que estaba bien. Mientras la veía, sentía la presencia de alguien, o más bien una mirada pesada y yo decía… Coño… De dónde viene eso? Y de pronto, enfoco… Y de fondo… detrás de Andreína… la mamá de Miguel, el novio. Por Dios que me asusté. Esa señora es sumamente dominante. La casa la tiene llena de espejos triangulares y santos, la mirada y la actitud son fuertes…. Y cuando habla, produce miedo. La saludo sonriente y me pierdo… por si acaso!

Fue lindo poder ayudar a Nancy a montar la mesa de dulces y luego a Ina a vestirse. Fue lindo verla en su sesión apurada de fotos. Fue lindo verla colocándose el velo y luego correr al carro, porque ya era tarde y había cola para ir a La Boyera. Sentía que tenía privilegios que nadie más tenia… Me sentía importante. Fueron momentos únicos, como estar en el tras cámaras de una película que esperas con mucha emoción.

Ya todos listos, nos dirigimos a la entrada del hotel para irnos a la iglesia. De pronto una tía de Ina me dice “vos veis que no sabemos cómo llegar hasta el hotel y necesitamos una guíiiiaaaa” así, con acento maracucho. Ya Rodrigo-finalmente- había llegado a Caracas y estaba allí esperándome para irme con él, pero como madrina, como la IMPORTANTE MADRINA, no podía fallarle a la familia en ese momento. Así que me fui con ella y cuando veo… UN AUTOBUS CON 15 MARACUCHOS ADENTRO!!! Vergación, fue lo que pensé. Y me tocó ir en el medio de dos, adelante! Esa vaina era una periquera y con acento raro. Vos pa’lla, vos pa’ca, que mirais, no corrais, sois feo, mieeeerrrr!!!! Y de repente… VALLENATO… Escuchar a unos maracuchos cantar Vallenato, no tiene precio… Esto fue hasta la iglesia. La verdad, fue una experiencia para recordar…! xD

Llegando a la iglesia, me llama Rodrigo, que si eso queda en el cruce del McDonalds y a mí de vaina no me da un infarto… Coño, mi cámara la tiene él. Coño, que yo quiero tomar fotos en la ceremonia, que me va a saber a todo atravesármele al cura, que yo quiero tomarle fotos… pero mi cámara la tiene Rodrigo… Y está perdido. Y no dio tiempo de que llegara para que me la entregara.

“Adriana, hay que entrar” me dijo Miguel. La flamante madrina, sintió llegar su momento. En la puerta, estaban jugando a Piedra, Papel o Tijera a ver con cuál padrino caminaba cada una y yo ni lo pensé: “este es muy enano, yo me voy con el otro que, aunque feo, es alto jojojo” y le dejé el chiquito a Mafer xD. Nos ordenamos: Miguel y su mamá primero, entra. el papa de Miguel con Nancy; Madrina uno y... YOOO!! Con el padrino alto… Nunca lo había visto desde esa perspectiva. TODO EL MUNDO te ve. Y yo no hallaba pa dónde ver, si sonreír o no… Al final me encontré con la cámara de Alexandra y no podía faltar una payasada de felicidad para la foto. Cuando al final llego al altar, solo había una silla para UNA SOLA MADRINA!! Y en ese momento me arrepentí de haber dejado al chiquito: La silla era para Mafer, que había entrado de primera! Sentí mi momento de gloria irse por un caño, pero poco importó al ver a Andreína entrar del brazo de su papa… por Dios que se veía lindísima! Un momento realmente inolvidable, que para una pasa en cámara lenta. Ya en el altar, comienza la hermosa ceremonia, que debo decir, no tuvo nada de aburrida, al contrario, las palabras del Padre Orlando fueron para recordarlas toda la vida.

Una vez que llegó al altar, recordé que no tenía silla de madrina y me supo a cuernos, me puse al lado de Mafer parada y me robé el cojín con los anillos… algo tenía que reflejar!!! Que yo también fui escogida!

Todo transcurrió con tranquilidad, la iglesia estaba llena de muchas sonrisas y una que otra lágrima. La parte más pero más linda fue cuando los novios encendieron una vela cada uno y prometieron que en tiempos de oscuridad y frío, serían luz y calor el uno para el otro y luego prendieron un velón donde de manera simbólica se unían sus dos promesas y su luz en una sola. Realmente fue conmovedor.

Me sentí un poco rara cuando llegó la hora de la comunión… sentía que el padre pensaba “cómo es que la madrina no comulga?” xD… Me hubiera metido debajo de la silla si hubiera sido un buen escondite, pero no… todavía me veía.

Al finalizar la misa, el Padre llamó a los padrinos para firmar el acta y nos reunió a todos con las manos juntas, los seis y él: “Ustedes no fueron escogidos solo para caminar en el cortejo y llenar un protocolo. Ustedes son los guardianes de este matrimonio y ellos tienen que pedirles bendición a sus padrinos... Y esto no lo digo con ondas políticas, pero… NI UN PASO ATRÁS”. Sentí una fuerza interior increíble, un orgullo por ser YO con quien contarán Andreína y Miguel para darles un lepe si se ponen necios alguna vez.

Así culminó este lindo momento en la iglesia… No pude evitar abrazarla fuertemente en el altar antes de salir y también al terminar la salida de la iglesia… Y desde aquí solo iba pensando en las palabras del Padre durante el sermón y la mesa de dulces… Eran dos pensamientos encontrados.

2 comments:

Anonymous said...

jajajajajajajajajajajajajajajajjajajajajajjaja Ok no puedo evitarlo, me da risa pues...! Entiendeme que realmente son amargados (Como comente en la primera parte) Y CRAP! me acabo de dar cuenta que solo me queda 1 post para leer... y apenas son las 2 pm... y salgo a las 6 O_o

Adriana C Lopez said...

Jajajajajaja... prometo escribir más seguido jajaja... ahora que tengo lectores, me parece que vale la pena =D

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